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Las Orejas del Podenco Andaluz

En el estándar del podenco Andaluz podemos leer que las orejas deben tener su nacimiento en línea con el rabillo del ojo, con amplia base de implantación y enérgicamente enveladas, cuando está en atención.

Las orejas del podenco andaluz son uno de sus elementos más característicos. Y el hecho de que un cachorro no envele correctamente es motivo lógico de preocupación en su dueño. No obstante, debemos tener en cuenta una serie de consideraciones en este aspecto.

En primer lugar, no todos los cachorros envelan a la misma edad. Hay cachorritos que prácticamente nacen envelados, o lo están ya con poco más de un mes de edad. Otros envelan a los ocho meses y alguno he visto que no envela las orejas hasta el año de edad. Lo normal es que a los tres meses envelen una oreja o las dos, pero aún blandas, de forma que se le mueven al correr o se le caen. Es muy frecuente que después de haber envelado, debido al crecimiento o al efecto de las vacunas o incluso por una diarrea pasajera, se le vuelva a caer una o las dos orejas y después la vuelven a envelar a los pocos días. Hasta que se les ponen firmes, en estado de atención, con cinco o seis meses, pero como hemos dicho antes, esto no es una pauta general y cada cachorro puede seguir una evolución distinta.

También debemos cerciorarnos de que el interior de las orejas del cachorro esté limpio y con ausencia de parásitos. Ya que muchas veces, una oreja caída puede ser síntoma de una infección interna, tanto de cachorro como de adulto.

En caso de que, con cinco o seis meses de edad, se vea claramente que el cachorro no tiene intención de envelar, hay métodos para ayudar a esta función natural, sin que ello quiera decir que sean métodos infalibles, sino que generalmente funcionan. El mejor que he visto es el de vendado de las orejas, que describimos más abajo.

Ocurre, sin embargo, si pretendemos, en un futuro, criar con nuestro cachorro, que debemos asegurarnos de que envele por su cuenta, sin ayuda, ya que el hecho de tener problemas para envelar las orejas o directamente, el no envelarlas, es un defecto que se transmite a la descendencia, con mucha probabilidad. Por tanto, si usamos procedimientos para ayudarle en esa función, nunca sabremos si el perro llegaría a envelar las orejas por su cuenta o lo hizo por el tratamiento que le aplicamos. Es decir, no sabremos si es un ejemplar totalmente apto para la cría o no lo es. A raíz de esto, no soy partidario de aplicar métodos que ayuden a envelar a los cachorros, si pretendemos luego criar con ellos.

Cosa distinta es, por ejemplo, que se tenga un ejemplar o dos, sin pretensión de criar con ellos y se desee tenerlos en perfecto estado de revista estética. En este caso, si llegado a la edad de seis meses, el cachorro no tiene intención de envelar las orejas, podemos proceder de la siguiente forma:

Nos proveemos de esparadrapo hipoalergénico, bastoncillos de oídos y limpiador ótico. Primero limpiamos bien las orejas del perro por dentro, echando unas gotas de limpiador y limpiado con los bastoncillos de algodón, tanto la parte interna del oído como los pabellones de las orejas. Cuando esté bien seca la oreja por dentro, la liamos longitudinalmente y bien estirada y la rodeamos de esparadrapo, formando una especie de cono. Podemos también, si decidimos entablillar las dos orejas, una vez hechos los dos conos, unirlos con una tira de esparadrapo entre ellas, para que se mantengan en posición vertical.

Cada cuatro o cinco días, quitaremos los esparadrapos y le dejaremos las orejas al aire durante un par de horas o tres, para que se aireen bien. Y vuelta a realizar la misma operación de entablillado. Así tres veces, durante un par de semanas.

Cuando retiremos definitivamente los esparadrapos veremos las orejas un poco arrugadas, como manteniendo la posición del liado, pero este aspecto desaparece en un par de días.

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