(I-Los jóvenes)
Los podencos andaluces tienen fama de ser perros precoces en la caza, de comenzar a cazar a los seis meses o incluso menos. Pudiéndoseles ver a algunos ejemplares faenas con los conejos dignas de elogio, a pesar de su corta edad. Es conocida la frase “Ya caza como un perro viejo”, hablando su orgulloso dueño de un ejemplar que aún no ha cumplido el año.
Quien así se expresa demuestra no haber tenido nunca un podenco viejo o al menos un podenco viejo bueno. Por muy precoz que sea un podenquillo, ni por asomo cazará como un podenco veterano y bueno. Aunque muestre matices muy esperanzadores a corta edad. Lo bueno que tiene el que un cachorro muestre sus actitudes a corta edad es que sabemos que no nos equivocamos con él, es decir, que cazará. Pero eso no quiere decir automáticamente que vaya a ser un crack.
De hecho hay ejemplares que empiezan muy pronto a cazar y luego se estancan. Otros empiezan pronto y no se estancan, sino que siguen mejorando toda su vida (lo más deseable) y otros empiezan tarde y luego se ponen por delante de muchos que empezaron pronto, llegando a ser auténticos fenómenos. Hablando de este caso, el saber popular andaluz lo inmortalizó en un fandango de Huelva:
Aguántala un poco más
Esa perrilla canela.
Aguántala un poco más
Acuérdate de su “mare”,
Que tarde empezó a cazar
Y no tiene quien la iguale.
Particularmente pienso que si un podenco viene de buena línea, está sano y cuando sale a campear se dedica a jugar en vez de a cazar, no hay problema mientras juegue. Llegará un día que cambie el chip y de pronto empiece a cazar como si llevara haciéndolo desde que nació. Lo malo es que lo veamos desanimado, tanto para cazar como para jugar.
La experiencia me ha demostrado este extremo, regalándome ejemplares excelentes con los que disfruté mucho en el campo y alguno de ellos empezó a cazar con un año o incluso con año y medio. Sé que la mayoría de podenqueros no aguantaría un cachorro que no dice nada hasta esas edades y que yo tampoco esperaría si no tuviera el convencimiento de que con la ascendencia que trae ese cachorro/a no puede fallar, como luego se demostró. Pero esto pertenece al ámbito de las decisiones particulares. En perros de muestra, por ejemplo, es muy frecuente contar con que un perro empiece a hacer sus primeras faenas serias con año y medio o incluso dos años, dedicando el tiempo anterior a la obediencia y adiestramiento.
Es sabido que los perros con mucha raza (una raza determinada o línea siempre se crean usando consanguinidad) son más tardíos en la caza que aquellos que son cruces con cero consanguinidad (siempre hablando en término medio). Por otro lado, también es sabido que las hembras suelen ser más precoces que los machos. Lo cual no quiere decir que no haya excepciones o que luego el macho supere a la hembra.
Tampoco el hecho de que un ejemplar sea tardío, sin que lo hayan sido sus ascendentes, quiere decir que su descendencia va a tener el mismo comportamiento. He tenido abuela precoz, hija tardía y nieta y bisnieta precoces, en la misma línea, siendo las cuatro buenas y la tardía excelente, de adultas.
Y lo que es una auténtica barbaridad es llevar un cachorro de seis meses a una jornada completa de caza de cuatro a seis horas. Y más en climas extremos como el andaluz, en jornadas de descaste de conejo, en verano. Sé de cachorros que se han afectado las articulaciones u otros órganos para toda su vida, en aras de la precocidad, o incluso peor, han fallecido.
Recordad el dicho de los sabueseros franceses del siglo XIX, que de cría y selección sabían un rato: “Para que un perro se pueda considerar bueno, tiene que tener al menos un año …. en cada pata”.
Le Couteux de Canteleu, en su inmejorable Manual de Vénerie Francesa nos dice…”EL perro inglés se hace muy pronto, al año, y el perro francés bastante más tarde, casi nunca antes de los dos años…pero luego el perro francés aguanta tres o cuatro años más que el inglés. Se deben colocar los perros en la traílla a los diez meses o al año, atraillados con algún viejo perro tranquilo y no pendenciero (iniciarlos en la caza)”. Pongo estas frases para que veáis con qué edades trabajaban los maestros en el mundo de los sabuesos, no para seguirlas, pero si como referencia y como dato de que no porque un podenco no cace a los 8 meses quiere decir que vaya a ser malo.
Totalmente cierto